El abuelo Alberto narra el primer viaje que tomó al DF cuando tenía seis años y vivía en el rancho, mientras que lo seguimos, de 89 años, en lo que visita el pueblo de su infancia, Jalpa de Cánovas, transformado.
A través de animaciones infantiles, Lita cuestiona la felicidad de su infancia, desde el matrimonio turbulento de sus padres a sus experiencias en la primaria.
El abuelo Alberto narra la historia de su hermana, Consuelo, quien huyó de casa con su novio.
En un estilo 'stop-motion' minimalista, Lita cuenta como conoció a su abuela por primera vez... en los últimos días de su vida.
Sombras en la pared reimaginan los días en los que el abuelo Alberto, de adolescente, trabajó de carpintero. Su negocio principal: ataúdes.
Lita abre una caja de recuerdos y dentro de ella encuentra el día en que desafió a su papá para conseguir su primer trabajo.
Papel en 'stop-motion' cobra vida en lo que el abuelo Alberto aprende a hacer radios, prepárandose para salir de su pueblo... El único problema: en Jalpa de Cánovas no hay electricidad.
Lita nos transporta a sus días trabajando en Kodak revelando y cortando las fotografías de otros; animación, fotografía y documental se unen para contar esta historia.
El abuelo Alberto y Lita se conocen por primera vez. ¿Amor a primera vista? No exactamente...
Mientras que Lita y el abuelo Alberto nos cuentan la historia de su boda, sus recuerdos cobran vida dentro de su casa como espíritus con su propia voluntad.